¿Cómo se convirtió el camuflaje en necesidad para los soldados?
Al principio, el camuflaje no era aceptable, ya que había que esconderse del enemigo. Lo tomaban como una manifestación de miedo y lo consideraban un acto deshonroso.
A partir de la Primera Guerra Mundial, en 1914, las fuerzas aéreas empezaron a vestir uniformes militares con motivos de camuflaje para evitar que los soldados fueran identificados por los enemigos. El objetivo era, por tanto, utilizar un tejido que permitiera ocultar la visión de otros ejércitos para aumentar las posibilidades de éxito.
Cada país tiene una combinación de colores diferente. Gracias a la innovación y los avances tecnológicos que ha conocido el sector textil militar, encontrará multitud de patrones de camuflaje.
¿Qué patrón de camuflaje elegir?
Esta pregunta no tiene una respuesta única, depende de las especificaciones militares. El Estado Mayor de cada ejército determina, al detalle, todas las peculiaridades de la ropa y el equipo militar. Obviamente, esto está relacionado con el entorno de las batallas y el clima de ese país. Los colores del camuflaje no son la única preocupación, sino también la combinación de materiales, la proporción que debe utilizarse para un uniforme no es la misma que para un traje de ceremonia.
Las principales características a las que debe prestar atención son:
Resistencia a las llamas, los desgarros y los líquidos.
Transpirabilidad: evacuar el sudor es muy importante tanto durante el entrenamiento como en el campo de batalla.
Fácil mantenimiento: Ahorrar tiempo, dinero y energía con prendas que no requieren un lavado a fondo regular.
Secado rápido: Los soldados no tienen tiempo para esperar a que se seque una camiseta, de ahí la importancia de que la ropa militar se seque rápidamente.